Restauración de nuestros Pasos

En el folleto enviado a los hermanos, aparece un extracto de los dos artículos que escribió la restauradora Mª Dolores Martí sobre los trabajos que realizó a las imágenes de La Verónica y del Jesús Nazareno con El Cirineo.
A continuación podéis leer los dos artículos completos, en los que la restauradora nos ha contado todos los trabajos que realizó para mantener y preservar el buen estado de las imágenes.

La Verónica, intervención.
Escultura de bulto redondo vestidera que representa a Santa Verónica, popularmente conocida como “La Verónica”. La obra presenta un buen estado de conservación, la intervención que se ha realizado es más un cambio estético que una restauración. La pintura del rostro es original a excepción de los labios que presentaba una perdida casi total. Por lo cual en algún momento fueron pintados con lápiz labial. El resto de la pintura del rostro es original de fábrica.
Lo que se ha pretendido con la intervención de esta obra es liberar esa expresión tan exagerada que presenta en el rostro, por otra más suave y menos agresiva, más acorde con el rostro compasivo de una mujer del pueblo con unos tonos más carnales y naturales con una mínima intervención para respetar al máximo el original.
Para ello se han tapado las sombras de los ojos y se ha elevado, en la medida de las posibilidades que ofrece la escultura, tanto la linea del ojo como el enmarque de la ceja. Se ha tapado el tono enrojecido de la nariz y se ha cambiado el tono de los labios por otro más natural. También se ha corregido la lineal labial en los bordes superior e inferior para disminuir el gesto tan exagerado de la boca y el interior de esta, se ha aclarado para que no ofrezca tanto contraste y disminuya la agresividad. Bajo el labio inferior se han dado unas pinceladas de luz para disimular un poco la barba lampiña. Finalmente se le ha aplicado una finísima capa de barniz pulverizado para homogeneizar la superficie pictórica y protegerla.


El Cirineo, Intervención
Escultura de bulto redondo, “Jesús de Nazareno con el Cirineo”. La escultura se encuentra en general, en un buen estado. A pesar de ello presenta unos mínimos deterioros, que se deben fundamentalmente a:
Envejecimiento natural de los materiales.
Causas ambientales, (cambios de humedad y temperatura, suciedad ambiental).
Causas humanas, (golpes o mala manipulación,..).
Al envejecer los materiales van perdiendo su elasticidad inicial, como consecuencia aparecen grietas típicas de los movimientos de la madera, que afectan al estucado y la policromía con la consiguiente pérdida de la misma, de modo que hay que nutrir los materiales a lo largo de su existencia y aislarlos de las causas de deterioro para prolongar su vida, es lo que llamaríamos conservación preventiva.
Por otro lado cuando hablamos de restauración propiamente dicha, es cuando realizamos cualquier intervención destinada a mejorar el estado de la obra tanto a nivel estructural como a nivel estético, siempre respetando al máximo el original. En nuestro caso la intervención realizada ha sido:
Limpieza, para eliminar la suciedad ambiental y el polvo que se había ido acumulando en la superficie, introduciéndose en el poro de la película pictórica, esta suciedad se ha eliminado con una limpieza química.
Estucado, de grietas producidas por el envejecimiento de los materiales (secado de la madera), agujeros de clavos (al oxidarse levantan las capas de estuco y policromía haciéndolas saltar y quedando a la vista) y en general zonas con faltante de material. Como por ejemplo: el frontal de la peana, que debido a los golpes producidos en esta zona para sincronizar durante la procesión el desplazamiento del paso, dió lugar a una grieta que afectaba a buena parte de este, con desplazamiento del ensamblaje de la pieza respecto al marco dorado. Otro ejemplo sería el deterioro causado por la aplicación de chinchetas a lo largo del cable de luz provocando pequeños agujeros que afectaban a la policromía y al estucado de la pieza. Y otro se localizaría en  la zona de la base, sobre la que se asientan las figuras, que presentaba un gran deterioro con pérdidas que dejaban a la vista la madera y cartón. Estos puntos de unión entre las tablas que forman la base son zonas muy débiles y el movimiento que se produce entre ellas origina la pérdida del material subyacente. A esto deberíamos añadir que por ser el suelo y probablemente una zona de paso necesaria para el acondicionamiento anual de la obra, tratamos con materiales tan delicados que presentaba un estado marcadamente deteriorado.
Reintegración, de todas las zonas estucadas adecuando el tono de estas al original, mediante la combinación de los colores necesarios para lograr una visión estética homogénea de la obra.
Protección final, de la película pictórica aplicando cera pura de abejas en caliente para que penetre en la pintura y la nutra, creando además una finísima capa que protege a la superficie pictórica de las agresiones externas. Esta capa permite homogeneizar y matizar las diferentes texturas y acabados entre la laguna reintegrada y la pintura original

Así, una restauración, no es una garantía de por vida sino que la obra al estar hecha de materiales en continuo cambio y envejecimiento hay que procurar un seguimiento para que los pequeños daños no se conviertan en pérdidas irreparables.
Proceso de limpieza de la peana